sábado, 11 de octubre de 2008

Economía salvaje: economistas psicópatas

Lo que en un principio parecía ser una rebelión, cuando la mayoría de los congresistas plantaron cara a Bush, presionados por sus electores, ha acabado desinflándose. El Congreso norteamericano, finalmente, ha aprobado el "plan de rescate" de Bush. Como dice Michael Moore (1), 400 millonarios que poseen tanto dinero (1,6 billones de dólares, 1.600.000.000.000 $) como los 150 millones de ciudadanos estadounidenses situados más abajo en la pirámide social van a recibir del estado 700.000 millones más (0,7 billones $), por si no tuvieran ya bastante. Justo la cantidad que ganaron durante la era Bush. Moore también nos recuerda que Bill Clinton dejó el gobierno con un superávit de 127.000 millones de dólares. Se calcula que el déficit público norteamericano llegará a final de año a más de 400.000 millones de dólares, eso sin contar las ayudas a la banca privada aprobadas por el Congreso (2). ¿Qué queda de aquel famoso principio liberal de que todo estado debe contener su gasto público? Pues francamente, Bush no sólo no ha seguido ese principio, sino que se ha pasado ocho pueblos. Y lo malo es que si ese enorme incremento de la deuda pública hubiera servido para aumentar el nivel de vida de la población en general, podríamos entenderlo y hasta apoyarlo. Pero es que ha ocurrido justo al revés. Ha aumentado el número de pobres y también ha aumentado la desigualdad social: los que ya eran ricos todavía lo son más, al mismo tiempo que ha aumentado su número (3). La factura de las aventuras bélicas de Bush y sus políticas fiscales favorables a los más ricos están detrás de este enorme déficit. La hipocresía de esta gente es tremenda: es bueno que el estado se endeude para asesinar a miles de personas, fabricar armas y conquistar con éstas pozos de petróleo, o para rebajar impuestos a esos 400 mega-millonarios, pero es malo hacerlo si los beneficiarios de la ayuda son los más desfavorecidos. ¡Eso nunca!.

Hay que ser tonto o tener muy pocos escrúpulos para seguir defendiendo el sistema económico norteamericano como un modelo a seguir. Más bien, es lo peor que se podría hacer. Y quien lo defiende, de una u otra manera, debería ser considerado un psicópata y apartado como tal de cualquier foro de debate económico. Lamentablemente, no ocurre tal cosa y hay muchos ejemplos de "expertos" que nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino, a los que se les da la oportunidad de difundir sus ideas ultraliberales en universidades y en medios de comunicación. Estoy pensando en el señor Xavier Sala i Martin (4), un economista catalán nítidamente situado en el bando liberal más ortodoxo, al que le gusta lucir en público trajes de lo más hortera (5). Este señor, por ejemplo, pone en cuestión la tesis mantenida por el propio Banco Mundial (institución nada sospechosa de ser izquierdista) de que ha aumentado la pobreza y la desigualdad en el mundo. Él afirma que ha sucedido lo contrario, buscando con ello defender el neoliberalismo que él encarna (6). Vicenç Navarro criticó sus afirmaciones aquí. Este tipo es uno de los economistas más mediáticos, aunque sea alguien que niega que debamos hacer algo para combatir el cambio climático, porque sería demasiado caro (7). Sala i Martín confiesa sin tapujos ser un admirador de Ronald Reagan:

"Gracias a Reagan, casi nadie cuestiona la superioridad del mercado, las propuestas liberales ya no son tabú y los partidos de izquierdas ponen a personas de talante liberal (como Pedro Solbes, Miguel Sebastián o Antoni Castells) al frente de sus equipos económicos. Y es que, gracias a la revolución Reaganiana, la lógica del liberalismo se ha instalado en el centro del espectro político y económico y sólo los ultra-radicales (como Vicenç Navarro y otros soldados derrotados del marxismo universitario), siguen hablando del aumento de impuestos, del gasto público y del intervencionismo público tal como hacían en los años setenta. Ese fue, a mi juicio, el logro más grande del presidente Reagan." (8)

Bien, parece ser que la realidad está poniendo en su sitio a tipejos como éste y las tesis liberales que él defiende -hasta ahora indiscutibles- comienzan a ponerse en duda en público (9). Pues son las ideas de gente como Milton Friedman -a quien Sala i Martín venera como a un profeta (10)- las que han hecho tanto daño en el mundo y seguirán haciendo. Y si no me creéis, leed el libro de Naomi Klein, La doctrina del shock (11), en el que se detallan todos los crímenes cometidos por el neoliberalismo.

En lo único que le doy la razón a Sala i Martin es en aquello de que los partidos de izquierda no se diferencian en nada, en lo económico, de los partidos de derecha. Será porque dejaron hace mucho tiempo de ser de izquierda.


Notas:


1. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=73688.
2. http://www.eleconomista.es/flash/noticias/742115/09/08/El-deficit-publico-de-EEUU-superara-los-400000-millones-de-dolares-este-ano.html.
3. Vicenç Navarro. Medidas económicas y fiscales para resolver la crisis. http://www.vnavarro.org/wp/?p=543.
4. Web de la Universidad de Málaga: http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Sala-i-Martin.htm. Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Xavier_Sala_i_Martin.
5. http://www.columbia.edu/~xs23/Indexmuppet.htm.
6. Xavier Sala i Martin. Globalización y reducción de la pobreza. http://documentos.fundacionfaes.info/document_file/filename/3/00002-00_-_globalizacion_y_reduccion_de_la_pobreza.pdf. Este ensayo, por cierto, fue un encargo de la Fundación FAES, la fundación ultraderechista creada por Aznar.
7. Xavier Sala i Martin. Cambio climático (V): Entre unos y otros. http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2007/canvi_climatic/canvi_climatic_5_Entre_Unos_y_Otros.htm.
8. Xavier Sala i Martin. Ronald Reagan. http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2004/Reagan/Reagan.htm.
9. http://www.cuatro.com/videos/index.html?xref=20080917ctoultnot_6.Ves&view=alta
10.http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2008/Elecciones_2008/No_Votare_PP.htm.
11. Naomi Klein. La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre. Barcelona, Paidós, 2007.

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